Capítulo 6
1984
En setiembre del 1983 se murió
mi abuelo Pepe, que era el padre de mi padre; y como en la chirigota había
cuatro hermanos Rosado, pues decidieron no salir en el 84.
Pero un día José María Jurado citó a
mi padre y unos pocos más y los convenció de que tenían que salir. Después de
mucho discutir porque ya no iba a dar tiempo, decidieron salir.
El Padilla, aunque no iba a salir con
nosotros, fue el que dio el nombre: Los
llaveros solitarios; y a todo el mundo le gustó la ocurrencia. Luego
tuvieron otra reunión para decidir el tipo; porque había dos ideas: una, de
serenos; y otra, de ladrones. Porque los dos usaban llaves y los dos trabajaban
en soledad. Al final se quedó el de ladrones. Los dos tipos (ladrones y
serenos) habían salido ya; pero mi padre dice que eso no importa si se hace
mejor el nuevo que el antiguo.
Había que formar el grupo, porque
Caracol estaba ensayando en el coro de la Peña y Gonzalo estaba con Ricardo
Villa en la comparsa Tatuaje.
A Caracol se recuperó porque fueron a
buscarlo; pero Gonzalo no podía porque era bombista y ya no daba tiempo a
buscar a otro para la comparsa y no los quería dejar tirados. Así que Juanín
dijo que él tocaría el bombo; pero había que buscar un guitarra. Mi tío Juanci
llamó al Kike y entre los dos buscaron a Polín; un guitarrista muy malo que
había salido con mi tío en Los de
Villaconejos… Era tan malo que en cada función que actuó la chirigota en el
Falla, rompió una cuerda de guitarra. Por eso mi padre le puso el Chova.
José Mari Jurado trajo a Manolo Rocha
y a Ricardo Chamorro, que habían salido con él en Las yerbas salvajes del doctor Morsegué; y también se vino con
nosotros Manolo García Benedicto.
Ahora
tenían que aligerarse mucho porque faltaban veintiocho días para el Concurso.
Mi padre tenía que hacer la música del pasodoble y Caracol la del cuplé. Pero
se dieron prisa; hicieron todo el repertorio; el popurrí lo hicieron en seis
días y a pesar de toda la bulla, pudieron concursar y conseguimos el Primer
premio.
La chirigota en el Falla |
Al principio, como no tenían dinero,
porque las chirigotas estas no vendían lotería ni nada de eso, creían que el disfraz
iba a ser feo, pero después, cuando se vieron vestidos se pusieron contentos
porque resultó gracioso, con los chalecos que los hicieron con unas telas que
compraron de tapizar los sillones y que era muy barata porque el tapicero ya no
la vendía.
Y éste era el libreto, que hizo la
portada Pepe Vázquez, un amigo de mi padre y mis tíos.
Los premios de chirigotas fueron:
1º.
Los llaveros solitarios
2º.
T.B.O. (de Antonio Rivas
y Habichuela)
3º.
Las abejas de Ruinasa,
(de Juan Rivero)
4º.
Los concertistas desconcertaos,
(de Fletilla)
5º.
Los indiotas, (de Nandi y
Juanci Villegas)
6º.
Los pulpos a la Gallega,
(de Antonio Martín)
Todo el mundo estaba muy contento con
el premio, porque habían trabajado mucho por el poco tiempo que tenían; pero
como todo terminó bien, pues a la calle fuimos con mucha alegría.
La gente nos recibió con muchas ganas
en la calle y siempre llevábamos mucha gente detrás para escuchar las coplas.
Pero era muy gracioso porque todo el mundo iba detrás cantando la primera
cuarteta del popurrí:
“Chiribiri, biri,
biri,
chiribiri,
biri, bon:
el que roba sin talento
nunca sale del cajón”.
La chirigota cantaba la estrofa y el
público cantaba el estribillo; y así íbamos de un sitio a otro y no nos dejaban
ni para comer ni nada.
Mi padre estuvo todo el Carnaval cojo, porque lo tenían que operar de una rodilla; pero en cuanto terminó el Carnaval, se fue a la Residencia y allí se quedó mucho tiempo.
Estos son algunos de los pasodobles
que hizo mi padre para esa chirigota:
Pasodoble 1
Mi querido gaditano,
con la linterna en la mano
te traigo las buenas noches.
Vengo desde Cortadura
echando las asaúras
porque me han robao el coche.
Pensando en los Carnavales
he juntao tó lo que vale
y he compuesto un repertorio;
y aquí están las pamplinas que uno
inventa
que si no dice revienta
aunque no exista auditorio.
Mirando mi indumentaria
ya se adivina cual es mi suerte:
robando igual que un paria
pues paria soy hasta la muerte.
Perdona si te he robao
alguna noche el radiocasé
pero, picha mía, tú sabes como están
los trabajos
sobre tó por aquí abajo
y yo tengo que comer.
Y en el COAECO no están baratos ni los
fideos
y ha dicho Ruiz Mateos:
“El que quiera llegar alto que no se
duerma
que robe mucho tal como yo robé”.
Pasodoble 2
Los pasados Carnavales
al presidente González
le dieron un buen consejo:
Que llevara con decencia
y con honor la presidencia
si quería llegar a viejo.
El poder corrompe al mundo
y convierte, en un segundo,
en malvado al hombre bueno.
Al honrao un escaño lo pervierte
y a los perritos de siempre
les pone collares nuevos.
No entiendo cómo se juega
con las medidas y presupuestos;
comprendo que no es mi tema
pero ya pesan tantos impuestos.
Si quiere que te respete
no aprietes tanto nuestro cinturón.
No voy a acusarte de que las botas te
estés poniendo
pero sí que estás haciendo
política de cañón.
No te olvides nunca que los obreros
somos civiles,
no queremos más misiles:
la cantidad de armamento no es
necesaria
para medir el progreso en la nación.
Mis padres mi hermana y yo |
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