Éste fue el año de Los carreros de La Alianza, una
chirigota que todo el mundo recuerda con cariño porque a todo el mundo le gustó
mucho.
De esa chirigota recuerdo que ensayaba
en un garaje detrás de Isecotel y yo iba mucho a verla ensayar. Sobre todo, los
viernes; porque los demás días yo tenía que ir al colegio y me tenía que
levantar temprano.
Ya aquí no salían ni el Polín ni el
Chamorro ni el Padilla ni José M. Jurado. Que fueron los que entraron para Los llaveros solitarios. De esos se
quedaron el Kike y el Manolete y volvieron todos los antiguos menos Bambi, que
sólo salió en Los cegatos con botas.
Los primeros que volvieron fue cuando
fueron a Televisión Española, al programa Gente
Joven que ya ahí no iba el Polín ni Chamorro; pero estaba Gonzalo, que ya
no iba con la comparsa.
Cuando vinieron de Madrid contaron
muchas anécdotas; una de ellas es que hacía mucho frío y que en los jardines de
TVE había un lago chiquitito que estaba helado y se veían por debajo los
pescaítos de colores. Y decían que fueron allí porque Juanín había comprado
champán porque era su cumpleaños; y que después de tomarse el champán, a Gonzalo
le tiraban una moneda al centro del lago y él corría por encima del hielo como
si fuera patinando y la cogía una vez y otra vez; hasta que una de las veces se
rompió el hielo y hubo que sacar a Gonzalo del agua to arrecío.
El año anterior, con Los llaveros… yo había conocido a los hijos de Manolete:
Iván, Manolete y Estéban; y a su mujer, Carmela. Y a los de Manolo Rocha:
Guillermo y Nacho; y su mujer, Rosi. Así que ya eran amigos míos y los invitaba
a mis cumpleaños y a los de Altea.
Así era el tipo, porque representaba a
unos obreros que trabajaban en una fábrica de sifones y gaseosas que había en
Cádiz que se llamaba La Alianza y ellos
la repartían en un carro de mulo.
Los carreros de La Alianza |
El repertorio decía todo el mundo que
era muy bueno; y la gente se reía mucho con los cuplés; y aunque el popurrí era
muy largo, a todo el mundo le gustaba.
En el Concurso los premios de chirigotas fueron así:
2º.
Los carreros de La Alianza
3º. Los Supermantas (de San Fernando)
Ese año sólo había tres premios.
Algunos de los pasodobles que escribió
mi padre ese año eran éstos:
Pasodoble 1
Luciendo nuevo tipo y nuevas letras
hoy me incorporo al Carnaval.
Después de vender tantas papeletas
no hubo más perras pa otro disfraz.
Por eso represento a un personaje
que en nuestra vida era habitual
con su carro, su látigo y su mulo;
dos remiendos en el culo
y pasando “las morás”.
Y aquí me tienes pueblo de mi vía
con la caja, el bombo y algunos
colegas.
para llenar tus calles de alegría
repartiendo risa y cobrando en
botellas.
recorreré las calles andandito
porque me he quedao sin el carruaje:
el carro lo he entregao en la
financiera
lo han valorao de entrada pa un camión.
El mulo no lo quiso mi “costera”
y lo he vendío por carne de ternera
Esta crónica la escribió Oscar Lobato
en Diario 16. Y yo la tengo guardada.
A pesar de que todo esté tan
negro
siempre hay un hueco y una
ocasión
para sacar lo que se lleva
dentro
y convertirlo todo en canción.
Por eso a mí tu fiesta me
envenena
y el tiempo no me quita la
ilusión.
Yo me dejo llevar por tus
influjos
y aunque no traigo lujos
te traigo mi pasión.
Vestido vengo de chirigotero
con un repertorio sin penas ni
quejas
para decir cantando que te
quiero
sin que eso te suene como
canción vieja.
Prefiero que me tachen de
pedante
a sentirme preso de la
hipocresía;
mi cariño no acaba con febrero,
no se termina con el Carnaval.
Por eso, cuando digo que te
quiero,
espero que me tomes por
sincero:
yo quiero a mi gente y quiero a
mi ciudad.
Un cumpleaños siempre es algo
bello
si se valora lo que es vivir
aunque a la mente acuda algún
destello
de lo que falta por conseguir.
Cada año que cumplimos, nos
prepara
para un nuevo capricho del azar
y hasta nos preguntamos
doloridos
si algo hemos conseguido
para la humanidad.
Setenta y cinco años se
cumplieron
del más gaditano del Faro a la
playa;
setenta y cinco llamas las que
ardieron
en honor y gloria del teatro
Falla.
Tú sí cumpliste todos tus
proyectos
y nunca fallaste a los
comparsistas.
Remozarán tu cuerpo casi
humano,
tu gallinero resucitarán
y volverá a sentirse el
gaditano
como en los brazos tiernos de
un hermano
te deseo que cumplas muchísimos
más.
Todos tenemos derecho a la vida
nos dice nuestra Constitución.
Qué bien suena esa frase
repetida
en los discursos de algún
santón.
Nuestra supervivencia es un
milagro,
se violan los principios de
igualdad,
y aquellos que nos matan
lentamente
dicen, cínicamente,
que es pecado abortar.
Los que hacen de la vida una
condena
en pro de la vida libran sus
batallas
mientras se inventas guerras y
cadenas
y sembrando el odio se cuelgan
medallas.
Qué pobre es fomentar el
nacimiento
si luego al que nace se humilla
o se olvida.
La Vida no es vivir como
vivimos;
no es sólo permitir nacer y
andar;
es proteger y amar a los
nacidos:
no hacerlos ni soldados ni
cautivos
de los intereses de la
sociedad.
Mi padre recogiendo el Premio Cádiz por el pasodoble "Hoy quiero ser tu guía" |
Pasodoble
5
Mi padre y Juan Casal, un antiguo compañero de la Radio |
No creas que la he tomado
contigo
si de ti hablo en Carnaval.
Recuerda que yo he sido un fiel
testigo
de tus proyectos de libertad.
En tus quimeras puse mi
esperanza
y en una urna eché toda mi fe;
recuerda que yo sigo en mi
vereda,
si cambiaste de acera
tú ya sabrás por qué.
Seguimos siendo el culo de una
Europa
que no necesita de nuestras
miserias.
De qué nos sirve presumir de
tropas
si de gente en paro esto es una
feria.
Nuestra cultura sigue por los
suelos
y no hemos bajado del furgón de
cola.
En el futuro ya no hay
confianza
de tus promesas qué se va a
esperar.
Vivimos rodeados de amenazas
y estás tratando con una
alianza
para convertirnos en un
arsenal.
Pasodoble
6
Querido Ronald Reagan, hoy te
escribo
para expresarte mi gratitud.
Quien no agradece es que no es
bien nacido
y yo no olvido lo que haces tú.
Los presidentes que te
precedieron
desde que tengo uso de razón
por nuestra tierra siempre
demostraron,
y a ti te lo enseñaron,
su gran predilección.
Cómo olvidar las tardes
escolares
con la leche en polvo y el taco
de queso.
En Rota hay tomates nucleares
pero, a cambio, España hoy
tiene progreso.
Tú enseñas quiénes son los
enemigos
y vendes las armas para
combatirlos.
Puedes mandarnos tanques y
cañones
que toda ayuda se agradecerá.
España necesita tus neutrones
para que presumamos de matones
y así consigamos la felicidad.
Mi padre recogiendo el premio al mejor libreto |
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